Las imágenes sobre la luz y las sombras es una constante en la historia del arte y el mundo de la edición. Según el mito griego, el nacimiento de la pintura es el dibujo que traza una joven al despedirse de su amado que va a la guerra. A la luz de un candil, traza el contorno de su perfil con un carboncillo sobre la pared. Así, la iluminación aparece como el elemento plástico principal desde el propio origen del arte. La luz no existe desligada de las sombras. El claroscuro nos revela los volúmenes y las texturas acercando la realidad de las cosas. Además, la luz y las sombras tienen un componente simbólico muy importante. La luz como el sol, la vida y el conocimiento, mientras que la oscuridad es el reino de la muerte, los sentimientos ocultos y el lado misterioso de la realidad.
Algunas imágenes son representación de lo visible con la luz natural o artificial producida con diferentes luminarias. En otras, la luz es la metáfora de valores y mitos como el carro de Apolo, símbolo de la belleza y el ciclo de la vida. En los manuscritos medievales aparece la luz divina como una iluminación muy intensa e inaccesible en la que habita dios. Como en la Carta Executoria de Hidalguía con la Virgen y su mandorla luminosa en las alturas que ilumina a los oferentes arrodillados en la tierra. Al siglo XVIII se le llama Siglo de las Luces y por oposición, algunos autores denominan Siglo de las Sombras al siglo XVII. En la Ilustración el estudio de la luz y sus representaciones es el tema principal de ópticos, físicos y también de artistas. En la actualidad, ni la luz ni las sombras son imitadas o copiadas sino que forman una parte esencial de lo artístico como en algunas instalaciones luminosas, la fotografía, el cine o el vídeo.
LUZ SOBRE PAPEL es también una colección de libros que tienen imágenes en los que la luz es uno de los protagonistas principales. Textos con grabados de grandes artistas como Paladio, Serlio, Vignola, Juan de Arfe, Jean le Clerc o Fragonard entre los maestros antiguos y libros modernos ilustrados por Dalí, Matisse, Miró o Lichtenstein entre otros artistas. Este conjunto abarca obras tan diversas como textos clásicos ilustrados con aguafuertes, colecciones de estampas que forman un volumen como Los Disparates de Goya, libros de artista y fotolibros en los que el denominador común es la luz y su representación.
Los libros clásicos ilustrados
El libro más antiguo de la colección es un libro gótico Liber Compositione Mundi de Paolo Veneto en una edición de Simon Vincent de 1525 que recopila el saber de su época con su teoría geocéntrica. Los libros antiguos se pueden clasificar en tres apartados: libros de arquitectura, religiosos y libros de imágenes. Entre los textos de arquitectura destacan un compendio de La Regola de Giacomo Barozzi de Vignola de 1566 y una edición de 1750; una de las guías ilustradas más antiguas de Roma con grabados en madera y texto de Andrea Paladio de 1586 y un tomo con cien grabados de las estatuas más famosas de la antigüedad el Antiquarum Statuarum Urbis Romae de Cavalieri de 1589. Tambien el principal libro ilustrado de teoría de las artes del renacimiento español De Varia Commesuración de Juan de Arfe en dos ediciones de 1773 y 1799.
En el capítulo de libros religiosos es importante el Solitudo sive Vitae Patrum Eremicolarum de Jean Le Clerc y Thomas de Leu de 1606 solo con imágenes grabadas que tuvo gran difusión a finales del siglo XVI y principios del XVII pero de los que se conservan muy pocos. Este volumen muestra en más de cien buriles la vida de eremitas y anacoretas en sus diferentes entornos naturales. Los misales son los libros religiosos más impactantes por sus dimensiones y por sus grabados realizados por los mejores artistas flamencos e italianos de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Mención especial merece también las Biblias ilustradas desde el siglo XVII al XIX con imágenes de los grabadores más importantes del momento.
La Ilustración Francesa está representada con un tomo de L'Enciclopedie Diderot, Recueil de Planches sur les Sciences et les Arts, T.III de 1763 con numerosos aguafuertes de Bouchardon, Cochin o Fragonard, Otros ejemplares de la colección ilustran textos importantes como Las Metamorfosis de Ovidio en una edición de 1606 o los libros ilustrados de El Quijote. Entre estos destacan el editado por Sancha en 1797 o el ilustrado por Doré, en 1863 y el de Dalí para la editorial Random House de Nueva York en 1950.
En el siglo XIX destacan Los Disparates de Goya en una edición de 1930. Los libros del romanticismo con ilustraciones de gran formato como El Paraiso de Milton y una primera edición de John Martin. Un libro exquisito es una recopilación de grabados japoneses U-Kiyoe del siglo XVIII y XIX con xilografías originales de Utamaro, Sharaku y Kunisada entre otros. La Historia del Arte de Montaner y Simón de 1886 es la obra cumbre de la edición del modernismo catalán. Son ocho tomos encuadernados en tela y piel con un estilo neomudéjar de gran belleza. Están profusamente ilustrados con litografías a color de obras de arte, textiles, vidrios y metales que destacan por su gran calidad técnica y el uso de tintas doradas.
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